Sobran las diferencias entre el sistema político chileno y el argentino, pero hay algunas puntas para comparar el ballottage Piñera-Frei de 2010, que puso fin a veinte años de gobiernos de la Concertación.
- El pinochetismo había sido una potente marca electoral a la vez que un trauma para la mayoría de los chilenos. "Los noventa" — en lo esencial incomparables con la dictadura pinochetista aunque similares en el plano económico — también actúan (actuaban) como un límite infranqueable para ciertas ofertas.
- El peso del trauma pinochetista se fue reduciendo y un candidato (Piñera, amigo personal de Macri) supo abjurar de los oprobios del pasado, rompiendo el estigma al menos para el porcentaje necesario para ganar el ballottage. Convenció que no habría retrocesos en los valores más caros a la Concertación: libertades civiles y lo que los chilenos entienden como presencia estatal.
- La Concertación, que había hecho mucho para bajar el 40% de pobreza legado por Pinochet, abusó de las consignas y tocó techo en cuanto a expansión de derechos. Tuvo corrupción, personajes desgastados e internismo.
- Bachelet volaba por 70-80 de imagen positiva (no 40-50), pero tenía la reelección vedada.
- El candidato oficialista tenía una ubicación ideológica y práctica en un lugar intermedio que a los dueños del relato concertacionista le generaba escozor. Muchos sospechaban que se llevaría mejor con los moderados de la derecha que con quienes, en teoría, le pondrían el cuerpo al voto de centroizquierda.
- La Concertación perdió un brazo que se llevó 20 por ciento de los votos, que supo recoger el descontento generacional con un candidato joven (Marco Enríquez) y estableció una difusa competencia por izquierda (en Argentina, Massa supone una difusa competencia por derecha).
- "Nos dicen a nosotros que vamos a privatizar todo y Frei fue el que privatizó el agua cuando fue presidente", mortificaban los piñeristas.
- Frei no convencía a los suyos, ni a la prensa conservadora (que en Chile, es toda la prensa), ni a los jóvenes, ni a los apáticos.
- Piñera era uno de los empresarios más ricos de Chile, había crecido al amparo del Estado; su familia le generaba problemas.
- Frei había sido amigo de Menem, detestaba a Chávez.
- La victoria de Piñera se veía venir, por lo que la Concertación había comenzado el duelo.
- Llegado el ballottage, la Concertación sacó a todos sus próceres, artistas, concejales, intendentes a militar por el candidato. Frei se puso el traje de progresista: "Somos distintos, hay dos modelos en pugna. Con Piñera, piel de cordero, vuelven los lobos".
- Casi todos los presidentes de la región querían que ganara Frei.
- Bachelet le puso como jefe de campaña a su vocera, una mujer joven, feminista, progre.
- La izquierda (alianza comunista-humanista-disidentes de la Concertación, aprox. 6% de los votos, que había tenido primarias muy movidas) se dividió entre todoslosmismistas y malmenoristas.
- Marco Enríquez dijo algo así que a Piñera no lo podía votar pero no se pronunció; el ala histórica de la Concertación que lo acompañaba llamó a votar por Frei y un sector de técnicos promercado tardó 12 horas, una vez conocidos los resultados de primera vuelta, en ir a golpear las puertas de Piñera.
- Los votantes de ME-0 fueron mayormente para Frei, pero no le alcanzó. La Concertación había quedado en 29%, un piso irremontable, y Piñera sumó los ocho puntos necesarios.
- Piñera no pudo cumplir casi ninguna de sus promesas refrescantes y a los cuatro años volvió Bachelet, que la rema cuesta abajo.
- En Chile no hay peronismo.