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Mostrando las entradas de agosto, 2020

En la Ciudad, confirman que Darío Nieto pidió por Vicentin

Escribe  Sebastián Lacunza  Faltaban días para que Mauricio Macri dejara la Casa Rosada y Martín Mura, ministro de Economía de la Ciudad de Buenos Aires, recibió un pedido especial de Darío Nieto, secretario privado del entonces presidente: el Banco Ciudad debía facilitarle un préstamo millonario a Vicentin, la agroexportadora en quiebra y generosa contribuyente de Cambiemos. Mura derivó el pedido al Banco Ciudad y su directorio lo rechazó, a contramano del Banco Na ción. En esos días de noviembre pasado, Vicentin y el principal banco argentino llevaban a cabo una carrera frenética para renovar créditos por cien millones de dólares, pese a que la empresa ya había colapsado y su riesgo crediticio excedía con creces las normas regulatorias. Dos fuentes del Gobierno de la Ciudad ratificaron la existencia del pedido de la Casa Rosada a Mura. Una de ellas identificó a Nieto como origen de la solicitud, y la otra prefirió no especificar nombres.  Si el juez federal Julián Ercolini, en cu

Banquetes, habanos, condenas y bendiciones

La venalidad que reina en Comodoro Py se sostiene en una convicción: la justicia federal no podría ser lo que es sin la complicidad del periodismo. Nacida antes del menemismo, pero consolidada tras el atentado a la AMIA, la alianza entre espías, periodistas y jueces arrasa con los principios rectores de la justicia y se mete de lleno en la arena política. Sebastián Lacunza Le Monde Diplomatique La descripción es demoledora, puntillosa y reiterada. En los despachos de Comodoro Py 2002, sede del fuero correccional y criminal federal, nadie parece esforzarse por embellecer la venalidad imperante en ese mismo edificio. Algunos cuentan la realidad con cierto pesar, como quien hace equilibrio en un campo minado. Otros la viven con tal desparpajo, que guardan en el escritorio ornamentos que aluden a la impunidad de la que gozan para ser exhibidos ante el confidente ocasional. Los secretos no son tantos en un mundo en el que conviven un centenar de jueces y fiscales, y unos 500 abogados que