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El presidente estadounidense Barack Obama esperó el triunfo en su Chicago natal acompañado por su familia y sus principales asesores. Durante el transcurso de la jornada instó al electorado a acudir a las urnas.
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Por Sebastián Lacunza, Enviado especial a EE.UU. -
Nueva York - Barack Obama fue reelecto ayer al frente de la Casa Blanca, en una ajustada puja que mantuvo el suspenso hasta avanzada la noche, dado que los estados que habían sido señalados como oscilantes, en especial Florida y Ohio, en efecto registraron un voto parejo, para decantarse mayormente hacia el lado demócrata.
El cómputo general, con el 65% escrutado, marcaba un empate en un 49% para el primer mandatario negro de la historia del país y para su contendiente, Mitt Romney.
El ingreso de los votos de California, entre los últimos distritos en cerrar las mesas, prometía acercar al jefe de Estado al 52,9% que sumó en 2008.
A su vez, en un dato sobresaliente, el Partido Demócrata lograba ampliar su mayoría en el Senado, al arrebatar al menos dos asientos en manos de republicanos, sobre 35 que se pusieron en juego ayer. La contracara, que podría costarle caro a Obama, es que los conservadores confirmaban su hegemonía en la Cámara de Representantes, con al menos 230 de las 435 bancas del cuerpo, que se renovó en su totalidad.
Ni bien las cadenas de TV confirmaban que el mandatario llegaba al número mágico de 270 delehados en el Colegio Electoral, aquel publicó en su cuenta de Twitter una foto en la que abraza a su mujer, Michelle, y escribió: «Esto sucedió gracias a ustedes. Gracias. Cuatro años más». Esto fue inmediatamente reproducido por 111.000 personas.
El Presidente se quedaba anoche finalmente por un punto de diferencia con la estrella de la noche, Ohio (18 delegados de los 270 necesarios en el Colegio Electoral), un estado que fue visitado decenas de veces por ambos candidatos durante la campaña y que llevaba cerca de 80% escrutado al cierre de esta edición. Este distrito, entre los diez más poblados, alberga tanto una zona industrial, en la que se viene registrando una baja del desempleo, como rural, con mayor presencia de voto blanco y favorable a Romney. En tanto, Florida (29 delegados) volvió a mostrar extrema paridad entre demócratas y republicanos, con menos de un punto de ventaja de Obama con 95% escrutado.
El mapa electoral evidenció una vez más una elocuente división geográfica, con un centro del país, extenso pero menos poblado, de tono conservador, y las costas oeste y noreste para los demócratas. California (55 delegados), Nueva York (29) e Illinois (20, que alberga a Chicago y es una excepción demócrata lejos de las costas) ratificaron una vez más la victoria del partido de Obama. En tanto, Texas (34) y Georgia (16) demostraron su fidelidad conservadora.
El postulante del Partido Demócrata también triunfaba en otros estados sobre los que había dudas, como Pensilvania, Iowa, Wisconsin, Minesota, Colorado y New Hampshire. Su rival lo hacía en Carolina del Norte, Missouri y Virgina, por escaso margen, pero que habían sido favorables al mandatario en 2008.
Las proyecciones indicaban que los demócratas recuperaban en el Senado la denominada «banca Kennedy», por Massachusetts, de la que fuera «dueño» el histórico Ted Kennedy, fallecido en 2009. Había sido obtenida en 2010 por un republicano de línea dura, que ayer fue desplazado por Elizabeth Warren.
En tanto, el postulante conservador por Indiana, Richard Mourdock, quien había considerado que si una mujer queda embarazada en una violación es voluntad de Dios, entregó a los demócratas un asiento que su partido había dominado por años.
También quedó fuera del Senado el republicano de Missouri 4ESTodd Akin, quien se había incinerado en la campaña al hablar de «violaciones legítimas».
Otro resultado de alto impacto, pero en otro sentido, fue la derrota de la postulante republicana por Connecticut Linda McMahon, que ya llevaba invertidos u$s 100 millones de su bolsillo para acceder a la cámara alta. Ayer volvió a fracasar frente al demócrata Chris Murphy.
La reelección del Presidente supone un voto de confianza luego de que muchas de sus promesas de 2008 no pudieran ser concretadas, tanto porque el mandatario cambió de opinión, como porque no logró pasar el filtro del Congreso.
Sin embargo, el reparto legislativo resulta fundamental para los proyectos inmediatos más ambiciosos de Obama, como una modificación impositiva para gravar más a los sectores de altos ingresos, su plan para cerrar la grave brecha fiscal.
La agenda de Obama estará enfocada en volcar fondos estatales a intentar dinamizar la economía o atemperar las consecuencias de la crisis, a la vez que intentará reducir el déficit.
Otro punto crucial será la reforma sanitaria, que entrará a regir plenamente en 2014, cuando se tornará obligatorio contar con un seguro médico, sea pagado por el empleador en empresas medianas y grandes, o por los propios ciudadanos, que contarán con diversos tipos de subsidios. Los republicanos pretendían controlar las dos cámaras para derogarla.
La agenda internacional no será menos demandante. Con las retiradas militares de Irán y Afganistán avanzadas, Irán emerge como la nueva amenaza.
En efecto, el plan nuclear de la República Islámica alimenta fuertes temores en Israel, cuyo Gobierno, muy probablemente reelecto a comienzos del año que viene, parece tentado a nesayar un ataque preventivo que demore lo más posible el acceso a «la bomba».
En ese caso Estados Unidos podría verse arrastrado a una guerra de consecuencias imrpevisibles, algo que Obama ha buscado evitar apelando a un combo de sanciones económicas (por el momento bastante exitosas en su objetivo de desquiciar la economía persa) y presiones deiplomáticas. Todo hace suponer que en el corto plazo ésa seguirá siendo la estrategia. Otro cantar habría sido con Romney en el poder. |
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