En un esquema que no excluye la compra-venta de voluntades, los parlamentarios pasan a ocupar entonces el papel de superelectores con potestad de prevalecer sobre el resto de los ciudadanos. Escribe Sebastián Lacunza Editor-in-Chief Michel Temer, Federico Franco y Roberto Micheletti se tentaron con un atajo para ser presidentes. Roberto Micheletti era ya un veterano empresario y político del Partido Liberal de Honduras cuando logró quedar al mando de la Presidencia, el 28 de junio de 2009. Ni siquiera había podido ganar las primarias de su partido para elegir candidato presidencial, el año anterior, lo que lo llevó a tomar un atajo. Ese domingo de fines de junio de 2009 (día en que De Narváez se impondría sobre Néstor Kirchner en la PBA), el Congreso hondureño desplazó al presidente Manuel Zelaya, también integrante del Partido Liberal, pero del ala populista. El motivo esgrimido por el Congreso, que presidía Micheletti, fue que el mandatario electo pretendía l
Notas de Sebastián Lacunza en medios de Argentina y otros países