El sacerdote católico platense Carlos Mancuso fue contactado para hacer una "limpieza" por una mujer que habló en nombre de Macri, pero finalmente, el Presidente eligió un remedio alternativo. Sebastián Lacunza Transcurrían los últimos días de diciembre cuando e l padre Carlos Alberto Mancuso recibió un llamado en su domicilio de la ciudad de La Plata. Una señora de apellido Gómez — según cita el sacerdote exorcista ante el Herald — dijo hablar en nombre del flamante Presidente con un requerimiento específico: hacer una “limpieza” en la quinta presidencial de Olivos. El diálogo definió en forma genérica la tarea a realizar, aunque Mancuso, de 81 años, tomó la consulta con cautela. No sabía si se trataba de una “infestación” (un espíritu poseído recorre los ambientes), una “obsesión demoníaca” (el demonio persigue a una persona y le provoca malestar) o “un poseso” (el maligno está dentro del ser humano). Cada incursión diabólica requiere terapias específic...
Notas de Sebastián Lacunza en medios de Argentina y otros países