La emisora exhibe características sin igual en el dial argentino. Lidera el mercado de Córdoba hace tres décadas y su despliegue llega a todo el país y el exterior. Una alianza mediática clave de Mauricio Macri.
Sebastián Lacunza
@sebalacunza
Letra P
No hay engaños. Un video producido por la radio cordobesa
Cadena 3 repasa sus singularidades: filiales en todo el país, coberturas
especiales, corresponsales, tecnología, programación cohesionada, sitio online
competitivo, historia... Pulcro y eficaz, el guión responde a los patrones de
la promoción institucional, pero el cierre resulta llamativo. El último de los
ocho minutos cambia el registro y lo pasa a protagonizar Mauricio Macri en
diálogo con un vecino de Lanús, parte de las puestas en escena del timbreo Pro.
Macri: ¿Escuchás mucha radio vos?
Vecino: Una radio que es de Córdoba.
Macri: ¿Cadena 3, a Mario (Pereyra)?
Vecino: Te quieren muchísimo. El que está antes que Mario a
la mañana…
Macri: (Miguel) Clariá.
Vecino: ¡Clariá! Es un genio.
Macri: Sí.
Nada es casual ni, desde ya, determinante por sí solo, pero
cabe recordar que el mercado principal de Cadena 3 es la provincia en la que la
diferencia de votos obtenida por Cambiemos sobre el Frente para la Victoria en
2015 explica porqué hoy no está sentado Daniel Scioli en la Casa Rosada.
Sin inhibiciones, la afinidad con Macri llega a tal punto
que en el círculo rojo cordobés circula la humorada de que el nombre de la
radio fundada por Mario Pereyra, Rony Vargas y Gustavo Defilippi es, en
realidad, Cadena 3, 4, 5, la contracara del programa de TV kirchnerista 6, 7,
8.
Aunque Radio Mitre mantiene un sólido liderazgo en el
segmento informativo/generalista de Buenos Aires desde hace seis años y cuenta
con el poderoso respaldo del Grupo Clarín, Cadena 3 exhibe características
únicas.
La última medición de Ibope marcó para Mitre 42,3 por ciento
de la audiencia entre las AM de Buenos Aires, lo que equivale a 10 por ciento
del total de encendido del área metropolitana si se incluyen las FM. La radio
insignia de Clarín cuenta con filiales en Córdoba y Mendoza, y franquicias en
varias ciudades. Es, por lo tanto, la emisora más escuchada de la Argentina.
Si bien Cadena 3, de acuerdo a la misma medidora, sumó más
de 60 por ciento de la participación en el mercado AM y 22 por ciento de la
audiencia general de Córdoba y alrededores (incluidas AM y FM, en una ciudad con
un décimo de los habitantes de Buenos Aires), su peso en el mapa radial
argentino se mide además por otros parámetros.
- - Posee filiales propias en Buenos Aires, Mendoza,
Santa Fe, Río Cuarto, Río Gallegos, Ushuaia, Santa Fe, Bariloche, Salta y
Santiago del Estero, y franquicias en otras 22 ciudades.
- - Su red de corresponsalías nacionales es única
entre emisoras privadas, sólo superada por la estatal Radio Nacional.
- Cuenta desde hace más de diez años con
corresponsalías en el exterior (Estados Unidos, México, España e Italia), otro caso
único.
- - Las coberturas internacionales de
acontecimientos políticos y artísticos son habituales en Cadena 3 y tampoco
resisten comparaciones.
- En Córdoba, único mercado donde las radios de Clarín y
Cadena 3 compiten con todas sus marcas, las emisoras de Pereyra y Vargas
(Cadena 3, Popular y FM Córdoba) suman 50,5 por ciento de la audiencia,
mientras que las de Clarín (Mitre Córdoba, La 100 y Mía) alcanzan 16 por
ciento.
Una voz con amplia experiencia en la conducción de medios en
la provincia mediterránea, que conoce bien la poca predisposición del grupo de
Héctor Magnetto a ocupar un segundo puesto en cualquier segmento, indica: “Clarín
se ha equivocado bastante con la radio, ahora saben que no les queda otra que
pelear atrás, incluso, en ciertos horarios, por el tercer puesto con Universidad”.
El medio de Clarín con más peso en la provincia es La Voz del Interior. “Entre
La Voz y Mario Pereyra mantienen las formas, pero los desacuerdos son profundos
en ambos lados, diría que hay desprecio mutuo”.
La programación de la que para muchos es la emisora más
importante del país se estructura sobre ciclos que llevan décadas en el aire:
Juntos (8 a 13.30), conducido por Pereyra; Viva la radio (14.30 a 18.30), a
cargo de Vargas; y Radioinforme 3, con Miguel Clariá (6 a 8), cuyo peso relativo
en la primera mañana del dial cordobés es incluso superior al de Marcelo
Longobardi (Mitre) en Buenos Aires.
Una vez más a contracorriente, la emisora cordobesa mantiene
noticieros de media o una hora, práctica vigente en radios generalistas de todo
el mundo pero que las emisoras más conocidas de Buenos Aires descartaron hace tiempo
(algunas mantienen un panorama informativo en el segmento previo a la primera
mañana). Sólo las públicas Nacional y Ciudad conservan noticieros largos,
aunque cada vez más acotados, en consonancia con su presente sombrío.
Cadena 3 programa cuatro panoramas informativos (Primera Plana,
Resumen 3, Informados al regreso y el histórico Protagonistas, antes de la
medianoche), en los que da valor a su red de corresponsales, que cada vez más
adquiere métodos profesionales y se aleja de un estilo en exceso localista. La
sucesión de entrevistas, conexiones, boletines y algo de opinión guarda formas
impecables.
***
Se trata de una radio popular. Su lenguaje y música lo dejan
claro, pero si hiciera falta, Pereyra se encarga de recordarlo todo el tiempo.
En Cadena 3 se habla sencillo, se elude premeditadamente todo tinte intelectual
y suenan el abrumador cuarteto y el cancionero melódico. Pero en este caso,
popular no equivale a descuido artístico o agenda poco ambiciosa.
He allí el que quizás sea el principal mérito de la emisora dirigida
por Pereyra y Vargas. Si los noticieros de canales de TV porteños, que se
pretenden nacionales, tienen tendencia a quedar varios minutos tildados en un episodio
policial en un barrio de la Capital, Cadena 3, que es una emisora eminentemente
cordobesa, eleva la mirada mucho más allá de su mercado principal.
Pereyra (San Juan, 1943) y Vargas (San Juan, 1942) trabajaron
juntos, hace cincuenta años, en las radios de su provincia. Tuvieron una
aproximación al mercado cordobés en los setenta, pero recién se asentaron en 1984.
Giraron entre LV3 Radio Córdoba y LV2 General Paz y allí plantaron bandera. Los
pases fueron rimbombantes y no era para menos, porque con ellos se mudaba la
audiencia.
“Establecieron un vínculo notable con la clase media que
había quedado reconfigurada. Si en los ‘60 y ’70 Córdoba era progresista,
protagonizaba luchas estudiantiles y sindicales que habían llamado incluso a
las cúpulas de las organizaciones armadas a instalarse en esta provincia, la de
los ’80, tras la aniquilación encarada por (Luciano Benjamín) Menéndez, era
otra”, define Dante Leguizamón, conductor del programa “Otra Vuelta de Tuerca”
en Radio Universidad. “Una Córdoba paisajística, vinculada a los campanarios y
al cuarteto, que Pereyra y Vargas supieron interpretar muy bien”, agrega
Leguizamón, periodista crítico que destaca virtudes profesionales y de
liderazgo en la dupla sanjuanina.
Hacia 1990, cuando Carlos Menem privatizó una tanda de canales
y radios, los sanjuaninos, al aire en LV2, conformaron una sociedad con
Defilippi, exdueño del Banco Denario, producto de la patria financiera, y
ganaron la licitación de Radiodifusora del Centro, LV3.
***
Mario Pereyra, una de las pocas personalidades públicas
argentinas que se define de “centroderecha”, tiene un oficio único y una personalidad
peculiar. El oficio también acompaña a Rony Vargas. Más pausado y dado a la
escucha, menos autorreferencial, conocedor de la música y con marcas ideológicas
más eclécticas, el conductor de Viva la Tarde marcha un paso atrás del
protagonismo de su socio.
Joan Manuel Serrat es entrevistado por Pereyra. El cantante
catalán se muestra algo quisquilloso y se atreve a contradecir a su
entrevistador. La charla nunca llega a ser tensa pero no fluye. Acto seguido,
ya con Serrat fuera de aire, Pereyra afirma que debió “remar en el dulce de
leche”. La mesa asiente. En la hora siguiente, llueven mensajes de oyentes para
felicitar al conductor por cómo sorteó la situación, incluso con palabras
hirientes hacia el cantante, que son suavizadas por el propio Pereyra, ahora compasivo.
La conductora Nilda Delgado cumple 50 años en la radio de
San Juan. Diario de Cuyo realiza una entrevista-homenaje a Delgado, y el
corresponsal de Cadena 3 en San Juan menciona el tema. De inmediato, Pereyra
pone en duda que su colega cumpla medio siglo en el aire. “No me dan las
cuentas, yo llevo 53 años, pero bueno, quizás estoy equivocado y había empezado
antes y no me enteré”. El corresponsal lee en el diario que Delgado afirma que había
trabajado con Pereyra en la trasnoche de radio Colón. Pereyra: “No es cierto,
no trabajó conmigo”. Queda flotando la idea no sólo de que Delgado anticipó su
festejo de medio siglo sino que también se anota indebidamente como coequiper
de Pereyra. Magnánimo, el conductor de Juntos enfatiza que, como sea, felicita
a su colega sanjuanina por su celebración.
Otra peculiaridad no tan banal. Martes 27 de febrero. Muere
al mediodía Luciano Benjamín Menéndez, genocida mayor de Córdoba. Apenas dos
años atrás, la provincia se conmovió con la sentencia en la megacausa La Perla.
La muerte de Cachorro podría ser la noticia del año para la
provincia, pero en Cadena 3, pese a su parafernalia informativa, el dato pasa
casi inadvertido. Apenas un escueto y tardío anuncio. Se suceden temas
irrelevantes, avisos de recitales, conexiones con corresponsales, y nada.
La competencia informativa (Universidad, Mitre, Nacional, Pulxo,
Suquía… varias de ellas con conductores emigrados de Cadena 3) hace circular la
muerte de Menéndez, aunque pocas dan el relieve necesario, en un dial demasiado
volcado al pasatismo.
Habría que esperar algunas horas hasta que Leguizamón
dedicara su programa completo en Radio Universidad a entrevistar a biógrafos, víctimas
y analistas. El silencio de Pereyra, que con pericia logra que sus oyentes de
todo el país queden prendidos de un festival de música en San Juan o el clima en
Mar del Plata, en este caso transita lo indecible.
El conductor de Juntos conoce bien a Menéndez, como quedó
reflejado en aquella cordial entrevista televisiva de fines de los ochenta, en
la que quizás haya sido la peor página de su carrera.
***
El éxito singular de Cadena 3 es un imán para la publicidad
privada. La plata del campo, bancaria, comercial y artística vuela por el éter,
y sin embargo...
A fines de febrero, una obra del gobierno provincial sobre
la calle Tucumán en el barrio Alta Córdoba implicará que quienes circulen por
Calderón de la Barca deberán desviarse una cuadra. El gobierno de Juan
Schiaretti preparó un aviso radial. En Cadena 3, lo pasan no menos de cinco
veces por hora. Da la sensación de que un mero cartel unas cuadras antes del
corte habría resultado más efectivo.
Apenas un botón de muestra de lo que es una sucesión incesante
de publicidad del Ejecutivo provincial. La oscuridad con que maneja su
presupuesto el gobierno de Schiaretti impide conocer detalles, pero cabe
consignar que, en 2013, el entonces diputado provincial opositor Ricardo
Fonseca había calculado, sobre la base de documentos oficiales, que Cadena 3
recibió 27 millones de pesos anuales de parte del gobierno de José Manuel de la
Sota.
Voces del mercado cordobés marcan que con Schiaretti se
profundizó el sesgo, porque De la Sota, siempre desconfiado, procuró no
entregarlo todo.
El dinero de la Nación y el Municipio de Córdoba no llegan a
hacer sombra a la Provincia. No obstante, la pauta de la Casa Rosada es
demostrativa de que el afecto personal entre Macri y Mario Pereyra no lo es
todo.
No bien asumió, el gobierno de Cambiemos triplicó el monto
de publicidad oficial anual destinado a Cadena 3 (que no estaba entre las
preferidas del kirchnerismo). El dato, no obstante, no resulta inesperado. Cuando era jefe de Gobierno de la ciudad de
Buenos Aires, Macri tenía a una radio que emite en Córdoba, Cadena 3, entre sus
preferidas para pautar.
La contracara de la aluvional propaganda del Estado
provincial es que en la radio cordobesa por excelencia, la que suma columnistas
y acreditados, la del impecable sonido, la del despliegue único, se problematiza
poco y nada la política local. Los temas provinciales son más bien municipales.
Apenas se sobrevuela algún ministro que despunta, un recelo de De la Sota. La
relación entre Odebrecht y el gobierno cordobés no merece una espacio especial.
Tampoco el peso de Clarín en la provincia, ni Monsanto, ni La Perla….
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El año pasado, Pereyra sufrió un severo ataque coronario,
del que se repuso. Pocos años antes, su familia había padecido una muerte
dolorosa. Con sus condiciones profesionales intactas, el conductor de Juntos
anunció en octubre del año pasado su inminente retiro del aire.
La noticia fue un cimbronazo. Se desataron de inmediato
especulaciones: si Cadena 3 es Pereyra-dependiente, si Pereyra falló al no
permitir que se formara un sucesor, si el sucesor es fulano, si retornarán los “desagradecidos”
emigrados, “pereyristas sin Pereyra”, si la radio es una marca invencible… Pero
hacia fin de 2017, poco antes del deadline, el conductor de Juntos anunció una
prórroga anual. La alegría de los oyentes pobló el aire.
La mañana y la tarde de Cadena 3, al mando de conductores
que superaron hace tiempo los setenta, suenan tan intensas como si nada hubiera
pasado. Polemista e irónico, el mundo recorrido por Pereyra no lo aleja del
gusto popular cordobés. Si es impostura, su acabado es ejemplar. La tensión que
le imprime al aire la dupla sanjuanina irradia las 24 horas, de lunes a
domingo.
Como si se hubieran tomado a la radio en serio.