WikiLeaks: Lobby mutuo entre Mariotto y la Embajada por la ley de Medios. "¿Por qué a Clarín le preocupa la norma de TV digital?"
Sebastián Lacunza
Un viaje de Gabriel Mariotto a Estados Unidos, el 19 y 20 de junio de 2008, generó sumo interés en la embajada norteamericana, según un despacho del 17 de ese mes firmado por el entonces jefe de la delegación, Earl Anthony Wayne.
El cable permite conocer qué es lo que realmente le interesaba a EE.UU. acerca de la ley de Medios, que en ese momento estaba en instancia de borrador: las inversiones norteamericanas en el mercado del infoentretenimiento local, que según el texto, habían sumado u$s 800 millones en los dos años previos.
Wayne pareció entusiasmado por la agenda de Mariotto, ya que se reuniría en EE.UU. con funcionarios de
Wayne resaltó “los temas comerciales más importantes” que podrían afectar a las empresas norteamericanas, entre las que citó a Turner, Fox, Disney, Discovery y MTV, que llegaron a Buenos Aires “atraídos por la alta capacitación, la creatividad, el talento multicultural y multilingüe”.
En una reunión previa, Mariotto le había dicho a Wayne, siempre según el despacho de la Embajada, que venía trabajando estrechamente con expertos de EE.UU., y le dedicó elogios a la FCC. Luego, en dicha cita, el embajador pasó a transmitirle sus preocupaciones:
- Que, según lo que entendía el diplomático, el 60% de las señales del sistema de TV paga deberían ser argentinas. Argumentó Wayne que buena parte de las señales norteamericanas para Latinoamérica se producían desde Buenos Aires y empleaban a hasta 2.700 personas, por lo que eran “made in Argentina”. El funcionario kirchnerista respondió, según el cable difundido por WikiLeaks, que entendía el argumento, pero que debía hacer frente al lobby de las firmas argentinas.
Al respecto, la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual aprobada considera como producción nacional a aquellas realizaciones que, aun en coproducción con capital extranjero, empleen en un porcentaje no inferior a 60% a trabajadores argentinos. De todas formas, el artículo 65, inciso 3, que hace referencia a las cuotas del cable, no incluye el requisito que temía Wayne.
- El límite de ocho minutos por hora de publicidad. Según Wayne, le explicó a Mariotto que los estándares internacionales son 12 minutos. “Otra vez”, remarca el texto, el funcionario argentino volvió a coincidir pero le informó que la presión que recibía de los medios argentinos era “dura”.
Wayne también se refirió en este cable a Clarín y a la ley de medios en los mismos términos en que lo hiciera en otros informes dirigidos a Washington, ya publicados por www.ambito.com: “Hay tópicos legítimos sobre monopolios que se ponen en juego, pero también existe una preocupación extendida en la prensa local de que el gobierno buscará imponer control en los contenidos”. El embajador transmitió esta inquietud a Mariotto, pero éste le aseguró que la ley de Medios no abordaría el control de contenidos.
Hacia el final, el texto indaga sobre la figura del entonces titular del COMFER y su colaborador Omar Szulak, y cita que el jefe de Gabinete Alberto Fernández se había definido a sí mismo, en un almuerzo con el embajador el 11 de junio de 2008, como “el sostén político de Mariotto”.
Otro documento de octubre de 2009, firmado ya por la actual embajadora Vilma Socorro Martínez, cita que Cristina Fernández de Kirchner, ante un reclamo formulado en Nueva York por representantes de Fox, del grupo de Rupert Murdoch, se comprometió a analizar que en la ley de Medios no hubiera discriminación a las señales de cable extranjeras.
De lo difundido, también se explicita el lobby de la embajada a favor de la norma estadounidense para la televisión digital. Según más de un cable, el directivo de Clarín José Antonio Aranda, un interlocutor destacado del grupo ante la delegación estadounidense, como ya reflejara el libro ArgenLeaks, propuso un trabajo conjunto con
A sugerencia del accionista de Clarín, la oferta del estadounidense Advanced Televisioin Systems Commitee (ATSC) incluyó digitalizar Canal 7. El cable del 19 de noviembre de 2008 titulado “Opportunity Seized To Advocate Again For Atsc Digital Tv Standard”, en ocasión de una visita al país del presidente del ATSC, Robert Graves, explicita que esa idea fue sugerida por Aranda para poder competir con la norma japonesa, que sería luego la finalmente elegida por el Gobierno argentino.
El directivo de Clarín había sido muy elogioso de la norma de TV digital norteamericana. En un documento firmado por el ex embajador Wayne del 2 de octubre de 2008, surge la pregunta: “¿Por qué a Clarín le preocupa este tema?”.
El informe se responde que, de acuerdo a expertos y empresarios locales, “es importante tener en cuenta que para Clarín y otros medios, la ventaja de la norma ATSC es más evidente para la TV abierta que para el cable. El sistema de cable de Clarín (Cablevisión) ya está usando ATSC”, pero que cambiar de norma no le significaría mayores gastos. En cambio, “para la TV abierta (Canal 13), el sistema de ATSC es claramente la mejor opción en términos de costos, mayor cobertura, e ingresos futuros por publicidad”.
Fragmento del cable
En otro párrafo, de los tantos referidos a la ley de Medios, un despacho de la embajada refleja un deseo transmitido a la Embajada por el periodista Joaquín Morales Solá, cuando la norma ya había sido aprobada en la Cámara de Diputados e iba rumbo a ser aprobada en el Senado: “Que salga tan horrible como sea posible (sin cambios), así las trabas en la Justicia son más fáciles”.
Cuando todo estaba definido en cuanto a la ley, un analista de la Embajada arriesga un pronóstico: después de tanto debate, al final del día, todo seguirá siendo más o menos como hasta ahora.
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