Martín Becerra polemiza con el fallo del juez Carbone. Entre otras cuestiones, le cuestiona novedades doctrinarias poco fundamentadas, y de paso cuestiona medidas demoradas sin explicación por el Poder Ejecutivo.
Aquí un párrafo:
El segundo eje contiene no sólo una crítica a las razones invocadas por el Poder Ejecutivo sobre la lesión al interés general que tendría la falta de aplicación del artículo 161, sino un juicio del magistrado Carbone sobre el mercado de medios argentino que contradice al mismo tiempo la doctrina existente, la literatura especializada sobre el tema y las investigaciones realizadas al respecto. En una suerte de superficial ensayo doctrinario sobre la economía política de los medios de comunicación y después de refutar la validez de utilizar el concepto “monopolio” para referirse a Clarín, la resolución de Carbone señala que “para terminar con la posición monopólica que se le atribuye a la accionante (Clarín), la norma en crisis dispuso la desinversión forzada (sic.) de los activos de ésta en defensa del interés público. Ahora bien, del propio escrito de la demandada, la actora tendría -ya que no se indica la fuente- una participación de casi el 57% en el sector, lo que dista bastante de constituir un monopolio, ya que según sus propios dichos habría más del 43% en otras manos, lo que excluye cualquier idea de concentración monopólica”. Nota completa de Martín Becerra.
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