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Solicitud de derecho a réplica en Radio Nacional

SOLICITUD DE DERECHO A RÉPLICA


Buenos Aires, 24 de noviembre de 2016.

At. 
Ana Gerschenson
Directora de Radio Nacional
Cc: Jorge Sigal
Secretario de Medios Públicos de la Nación

De mi consideración, 

Me dirijo a usted para solicitar derecho a réplica en relación a menciones falsas y agraviantes sobre mí que tuvieron lugar en el programa “Va de Vuelta”, que conduce Román Lejtman y tiene como columnista a Silvia Mercado. El 4 de noviembre, se registró el siguiente diálogo: 

Román Lejtman: ¿Lacunza presidía Fopea?
Silvia Mercado: No, Lacunza era el director ejecutivo hace mucho.
RL: Ah, pero no está más. ¿Fue el que enterró el Buenos Aires Herald?
SM: Sí, fue el que enterró el Buenos Aires Herald, en efecto. Después se arrepintió y dejó Fopea (2010).
RL: ¿Se arrepintió Fopea de haberlo puesto de presidente?
SM: Nunca fue presidente. Era director ejecutivo. Después lo reemplazó un gran director ejecutivo.
RL: ¿Pero este Lacunza no está más? 
SM: No, hace mucho que no está más. No le importó más la libertad de expresión.
RL: ¿Qué labura, en una pizzería? 
SM: No, quiero decir, por eso dejó Fopea. Estuvo mal Lacunza con Fopea. Estuvo mal, muy mal.

Estas afirmaciones contienen agravios evidentes, explicitados tanto en su contenido como por el paso de comedia ensayado por los participantes del programa que se emite por la radio estatal, solventada por todos los argentinos.

El 22 de noviembre, formulé por vía telefónica un pedido de réplica al secretario de Medios Públicos, Jorge Sigal. La solicitud concreta fue la de hablar cinco minutos en el estudio de Radio Nacional, durante el horario de emisión del programa “Va de Vuelta”. Para mi sorpresa, el mismo día por la tarde se registró el siguiente diálogo, que evidencia aún más la intención aviesa de la dupla conductora del programa, en detrimento del prestigio de la emisora estatal.

Román Lejtman: Hablamos de Lacunza, que fue el que enterró el Buenos Aires Herald. Pidió derecho a réplica porque le pregunté a Silvia si trabajaba en una pizzería. Me acaba de decir que no. Quiero decir, Lacunza no trabaja en una pizzería. Viste que cerró el Buenos Aires Herald y le pregunté a Silvia: “¿Trabaja en una pizzería?” (risas de Mercado) Y Lacunza mandó un whatsapp diciendo: “No trabajo en una pizzería”. Quedate tranquilo Lacunza porque ya estoy diciendo “no trabaja en una pizzería”. No sé dónde está trabajando después de cerrar el buenos Aires Herald.
Silvia Mercado: Quedó aclarado el tema. 
RL: Tengo un amigo que tiene una tintorería, Lacunza. Si te hace falta avisame.
SM: Un kiosko. 
RL: Que labure, periodista no sé, pero está bien. 

Adscribo a una concepción amplia de la libertad de expresión que considera que en el libre juego democrático pueden tener lugar opiniones someras, de bajo nivel o falsas. Los discursos que circulan pueden ser degradantes para el debate público, y/o ser pronunciados por personajes con intereses y conductas abyectas, pero es preferible el riesgo de convivir con excesos antes que cualquier límite a la libertad de expresión. En casos extremos, si informaciones u opiniones calumniantes o injuriantes provocan un daño en la persona aludida, ésta tiene la posibilidad de solicitar una reparación civil ante la Justicia.

No obstante, existen instituciones jurídicas saludables como el Derecho a Réplica, útiles para que no impere la ley de la selva y los medios no se transformen en herramientas de escarmiento, difamación o venganza contra los ciudadanos. Este derecho está  contenido en el artículo 14 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que en la Argentina tiene jerarquía constitucional  (art. 75 inc. 22).  

Los medios públicos, como el que usted dirige, tienen el deber de dar cabida a este derecho más que ningún otro, porque su función está claramente determinada por los artículos 121 y 122 de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522). Su letra indica que los medios en manos del Estado deben “respetar y promover el pluralismo político, social, cultural…” (art. 121, inciso b).

La libertad de expresión y el derecho a convivir en un marco respetuoso de la pluralidad se ven gravemente afectados si los medios públicos son tomados por una facción que se dedica a agraviar impunemente a todo aquel que no obedezca a los intereses del oficialismo de turno, o simplemente exhiba ideas distintas. 

El secretario Sigal, entrevistado para el libro de mi autoría “Pensar el Periodismo”, sostuvo que el modelo de la BBC británica es admirable, y cuestionó la “precariedad” de nuestras instituciones para establecer políticas saludables de largo plazo. En esa línea — que comparto —, conductas como la de Lejtman y Mercado malversan el objetivo de los medios públicos y chocan de plano con las prácticas de las organizaciones estatales de prensa del norte de Europa.

Sigal criticó además “el desprecio” hacia el oficio del periodista que significa la personalización de la crítica y la identificación del profesional de prensa con el dueño de la empresa en la que trabaja, una estrategia que queda “así de cerquita del fascismo”. 

Por los motivos expuestos y en honor a derechos por los que debe velar todo funcionario público, solicito tenga a bien concederme cinco  minutos en el horario de emisión del programa “Va de Vuelta”, en los que se me permita aclarar las falsedades vertidas y reparar el daño ocasionado. 

La saluda atentamente. 


Sebastián Lacunza
Editor-In-Chief

Buenos Aires Herald
@sebalacunza

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