Se sabe que hay empresarios de medios (probablemente latinoamericanos) que aparecen en Panamá Papers cuyos nombres no fueron publicados. Llamé al Consorcio de Periodistas (ICIJ) que distribuye los documentos dado que, en aras de la transparencia informativa, corresponde saber quiénes son. Si los medios que tienen los papers decidieron no darlos a conocer (están en su derecho), una ONG que se supone procura derribar barreras — y no levantarlas — debería abrir el juego.
La primera respuesta fue evasiva ("no nos consta que haya otros empresarios"). Luego, cuando no quedó otra, una enfática defensa (incluido un autoelogio aún más desmedido) sobre su derecho a administrar quién, cuándo y cómo filtra la información.
Algunos puntos.
La primera respuesta fue evasiva ("no nos consta que haya otros empresarios"). Luego, cuando no quedó otra, una enfática defensa (incluido un autoelogio aún más desmedido) sobre su derecho a administrar quién, cuándo y cómo filtra la información.
Algunos puntos.
- El consorcio que dice bregar por la transparencia se sienta arriba de los papeles como si fuera el dueño. Es fallido, porque la propiedad de los documentos sería, a lo sumo, del whistleblower (arrepentido, agente de otro paraíso, un Estado), y luego, del diario alemán Süddeutsche Zeitung, que apeló al ICIJ como un vehículo para generar divulgación global. Y de ninguno de ellos, en realidad.
- Hasta ahora fueron ocultados nombres de empresarios de medios (no de La Nación, justamente, medio que también informó que directivos de Clarín figuran en Panamá). ¿Qué otros privilegiados habrán sido protegidos en los diferentes países?
- Ya sabemos: para acceder a los documentos hay que caerle bien a ICIJ. Es parte del oficio saber entrarle a una fuente, un prensero, un portero o quien sea, pero parece impropio que una ONG supuestamente proinformación se dedique, con constancia, a obstruir el acceso a la información según su arbitrario criterio.
- Dicen que liberan la filtración a principios de mayo, después de ampliar un poco la lista de distribución esta semana (siempre según el paladar del ICIJ). Prescindamos de especulaciones sobre si esa liberación es por principios o porque no hay otro remedio. Con el recorrido que vimos hasta el momento, dudemos del grado de esa apertura; esperemos a leer la letra chica.
- Nada de lo anterior va en detrimento de los colegas de La Nación que obtuvieron los Panama Papers en Argentina, que supieron cómo hacerlo e hicieron un trabajo exhaustivo, ni de otros que quizás amplíen en los próximos días.